La elección de no elegir

Otra de esas reflexiones rescatadas de hace años. ¿Cambiaría algunas cosas? Por supuesto. ¿Y por qué no lo hago? Quiero ver como me sentía, reflexionaba y pensaba, de como he crecido. ¿Es pereza, verdad? ¡Mentira!


A veces, cuando tenemos que tomar decisiones difíciles, dejamos que el azar o el destino tomen las riendas. Quizás por falta de confianza, quizás por miedo a fracasar.

¿Pero qué ocurre cuando nosotros no decidimos de verdad?

Al no tomar una elección de forma consciente, elegida por nosotros, dejamos que otras personas, directa o indirectamente, lo hagan. Esto provoca que debamos aceptar las consecuencias de esa decisión, sea cual sea el resultado y sean de nuestro agrado o no.

Quizás no sea una elección inmediata, pudiendo llegar a pasar mucho tiempo antes de que finalmente se tome una decisión. Este hecho puede producir que un tema poco trascendental se convierta en un pensamiento recurrente todos los días. Perderemos concentración y energía que podríamos invertir en otros aspectos más prioritarios de nuestras vidas.

¿Para qué hacemos esto? Para intentar aliviar esa carga de culpa o de responsabilidad que recae sobre nuestros hombros. Para decirnos a nosotros mismos que lo que tenía que ocurrir a ocurrido así, evitándonos hacer ese esfuerzo para cambiar las cosas y escoger tu mismo lo que de verdad deseabas. Para, al final, evitar el dolor que produce el fracaso y las malas elecciones.

Pero justamente es eso, no elegir sigue siendo una elección. Debemos tomar una decisión si o si, voluntariamente, y evitar que otros lo hagan por nosotros.

¿Cuántas veces te has arrepentido de no hacer algo? ¿De no actuar a tiempo? ¿De no aprovechar una oportunidad porque requería de valentía, sintiéndote mejor al no hacer nada?

29417207_614450445568848_1393008028969598976_n
Mas y Chica eligen que la casa ahora es una cama, quedándose tan anchos.

Somos nosotros quienes escribimos nuestra historia, y no toda ella está repleta de éxitos. Tenemos que meter la pata hasta el fondo, caer en el pozo más profundo, sentir el dolor más miserable.

Aprenderemos que todo ello nos ayudará a escoger mejor, a aprender a elegir cuando antes no elegiríamos. A aceptar un poco de fracaso para tener un mayor éxito futuro. A no rendirnos ante los acontecimientos de nuestra vida y tomar los caminos que deseamos.

No dejes que otras personas tomen las decisiones que tú debes tomar.

Gracias por vuestro tiempo.

Deja un comentario